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MI SÉPTIMA BIBLIOTECA

Lucía García Romero

Statement

Hace poco más de un año, Lucía se sentaba en ese mismo sofá, en la misma pose y con la misma pachorra a escribir eso que llamaban “Statement” para conseguir una beca a la universidad de sus sueños. Quién le iba a decir, a la pequeña e insegura Lucía, que el curso siguiente sería uno de los más estimulantes y explosivos de su vida y que justo un año después estaría haciendo otro “Statement” para quedarse en la universidad de sus sueños permanentemente.

A Lucía le dieron la beca el año pasado para el curso “Foundation”, un curso preuniversitario en Escac. Haciendo cursos intensivos (por si no fuera la vida ya lo suficientemente intensa) cada tres semanas, Lucía aprendió mucho en muy pocos meses sobre no solamente cine. Fue una experiencia reveladora. Lloró, rio, se estresó, pero sobretodo soñó. Soñó mucho. Se nutrió de todas las profesoras a las que tuvo, de todas las compañeras a las que conoció y quiso (o no) y de todos los conocimientos que adquirió. Tantos estímulos visuales, sonoros, creativos y espirituales la abrumaban y la asustaban a la vez.

Lucía, es una chica de 19 años. Se ha criado sola con su madre, ha vivido siempre en Barcelona y ha sido siempre una chica despistada, creativa y gruñona. Siempre ha sido una cuenta cuentos, así que no fue ninguna sorpresa que con 16 años le dijera a su familia que ya no quería estudiar Magisterio, que ella quería estudiar cine. Es más, fue una alegría. Su padre es cubano, y en la Habana, su ciudad natal, trabajaba de montador y productor en la televisión pública de allí. Lucía siempre dice que el mayor regalo que le ha dado su padre son los ojos para ver películas de una manera distinta. Su madre no se aleja del terreno, es filóloga italiana, amante del neorrealismo y con una biblioteca en casa de más de 200 libros. De ahí también, la pasión de Lucía por las historias.

¿Por qué de repente me sé toda la vida de Lucía? ¿Esto no es una solicitud a una beca? ¿Acaso he entrado en el Portfolio equivocado?  

Os contaré algo: Todas las historias que Lucía escribe son una sola: La suya.

Porque de hecho, su única manera de contar historias es desde ahí: desde ese saltito en el corazón, esa mejilla sonrojada, ese recuerdo nostálgico o ese pitido de oídos.

Hola, soy Lucía García y me encantan las historias. Me gusta escribir, mucho. Me gusta imaginarme personajes bizarros, sucios, peculiares, perversos, felices o tristes. Me gustan las historias de amor, de odio, de miedo. Me gustan las historias de crecimiento, de despedida. De reconciliación, de redención. Me gustan las historias sin tabúes, descaradas y gamberras.

En Escac he descubierto una parte del mundo que pensaba que era totalmente ajena a mí. Pero no, poco a poco me he sentido extrañamente ensimismada en todo este ecosistema que esta universidad tiene. La energía del lugar es contagiosa.

Aquí he reafirmado mis sospechas. Me gusta escribir guiones y me gusta dirigirlos. Pero creo que lo más significativo a destacar de mi paso por Escac ha sido el descubrimiento del mundo del documental. El activismo y el cine, son dos de mis pasiones y un medio de expresión creativo como es el cine documental suena como el cóctel perfecto.

En definitiva y a lo que voy con todo esto es que: Me quiero quedar. ¿Qué me hace diferente a los cientos de personas que quieren entrar en Escac? No lo sé. Sólo sé que me quiero quedar. Y que he aprendido cosas maravillosas, he experimentado cambios que nunca pensé que viviría en tan poco tiempo y que, sobretodo

 

Tengo muchas historias más por contar.

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